Las articulaciones son los puntos de unión entre los huesos que permiten nuestros movimientos cotidianos: caminar, escribir, girar el cuello, o simplemente estar de pie. Pero con el paso del tiempo, estas estructuras pueden sufrir desgaste, especialmente en zonas de carga como las rodillas. A esta condición se le conoce como artrosis, una enfermedad degenerativa que puede causar dolor, rigidez y limitar nuestra calidad de vida. Afortunadamente, hoy en día contamos con herramientas eficaces para cuidar y restaurar la salud articular, entre ellas, el ácido hialurónico.

El ácido hialurónico es una sustancia natural presente en nuestro cuerpo, particularmente en las articulaciones, donde actúa como un «lubricante» que facilita el movimiento suave entre los huesos y absorbe los impactos. Con el envejecimiento o el sobreuso, la cantidad y calidad de ácido hialurónico disminuyen, lo que contribuye al deterioro del cartílago y al dolor articular.

Las infiltraciones de ácido hialurónico, es decir, su aplicación directa dentro de la articulación mediante una inyección, permiten restaurar parte de esa función protectora. Estudios recientes han demostrado que este tratamiento no solo mejora la lubricación, sino que también puede tener efectos antiinflamatorios y favorecer la reparación del cartílago. (¹ ² ³)

1. Alivio del dolor: El ácido hialurónico reduce la fricción entre los huesos, lo que disminuye el dolor articular, especialmente al caminar o subir escaleras. (⁴)
2. Mejora de la movilidad: Al mejorar la elasticidad y viscosidad del líquido articular, permite una mayor libertad de movimiento. (²)
3. Retraso en la progresión de la artrosis: Aunque no es una cura definitiva, puede ayudar a preservar la salud de la articulación por más tiempo. (³)

Terapia segura: Tiene una buena tolerabilidad y bajo riesgo de efectos secundarios.(⁵)

Un análisis que incluyó a más de 9 000 pacientes concluyó que el ácido hialurónico intraarticular es una opción eficaz y segura para el alivio del dolor y la mejora funcional en personas con artrosis, con efectos que pueden extenderse hasta seis meses luego de su aplicación. (⁴)

• Mantén un peso saludable: Cada kilo extra aumenta el desgaste articular, especialmente en rodillas y caderas.
• Haz ejercicio de bajo impacto: Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta fortalecen los músculos sin dañar las articulaciones.
• Evita movimientos repetitivos o posiciones prolongadas: Alterna tareas y cambia de posición con frecuencia.
• Consulta regularmente a tu especialista: Un seguimiento periódico permite detectar cambios a tiempo y adaptar el tratamiento.

Conclusión: Invertir hoy en tus articulaciones es ganar movilidad para el mañana
El ácido hialurónico intraarticular representa una opción segura y eficaz para tratar el dolor articular, retrasar el avance de la artrosis y mejorar la calidad de vida. No esperes a que el dolor te límite: cuidar tus articulaciones desde hoy es una decisión que te acompañará toda la vida.