Una infiltración con ácido hialurónico es un tratamiento común para aliviar los síntomas de la osteoartritis, especialmente en rodillas. Este procedimiento consiste en aplicar una inyección directamente en la articulación afectada. El ácido hialurónico actúa como un lubricante y amortiguador, mejorando la movilidad y reduciendo el dolor.
Durante el procedimiento, que suele ser ambulatorio, sentirás una leve molestia o presión en la zona. Después, puedes experimentar una ligera inflamación o sensibilidad, pero generalmente desaparece en pocos días. Los efectos no son inmediatos: pueden tardar entre una y tres semanas en notarse y pueden durar varios meses. En algunos casos, se necesitan varias aplicaciones para obtener un mejor resultado. Es una alternativa útil para quienes no pueden o no desean someterse a cirugía.
